Receta de arroz en blanco: cómo preparar el acompañamiento perfecto

El arroz blanco es tan versátil que puede ser el acompañamiento perfecto para muchos platos. Es una receta muy sencilla, pero con las técnicas adecuadas puede ser muy sabrosa. Mucha gente tiene dificultades para cocinarla correctamente, así que en este artículo hablaremos de la mejor forma de preparar y hacer el arroz blanco más delicioso.

¿Qué es el arroz blanco?

El arroz blanco es el mismo grano que el arroz precocido, y es el tipo de arroz más comúnmente consumido en todo el mundo. El exterior del grano se elimina antes de molerlo y pulirlo para que el arroz quede blanco cuando se cuece.

Es una buena fuente de carbohidratos y hierro y tiene un sabor suave que lo convierte en la base perfecta para muchos platos. Como es tan sencillo, lógicamente es un estupendo acompañamiento para casi todo.

Ingredientes y preparación

Empieza por medir la cantidad adecuada de arroz que necesitarás. Una regla general es una taza de arroz sin cocer por cada dos personas. Enjuaga el arroz con agua hasta que el agua salga clara y resérvalo.

A continuación, coge una cacerola de tamaño mediano y ponla al fuego a temperatura media-alta. Añade una cucharada de grasa, como aceite de oliva o mantequilla, y deja que se derrita. Después de derretir la grasa, añade la taza de arroz sin cocer. Espolvorea una cucharadita de sal y vierte una taza y tres cuartos de agua.

Lleva el agua y el arroz a ebullición, luego reduce el fuego al mínimo. Tapa la cacerola y deja que se cueza el arroz durante quince minutos. Transcurridos quince minutos, comprueba si el arroz está cocido. Si sigue duro, tapa la cacerola y continúa cocinándolo durante otros cinco minutos. Cuando el arroz esté esponjoso y bien cocido, apaga el fuego y desmenuza el arroz con un tenedor para que quede suelto.

Almacenamiento y servicio

Puedes servir el arroz blanco inmediatamente como guarnición de tu plato principal. Si te sobra arroz, déjalo enfriar a temperatura ambiente y guárdalo en un recipiente hermético en el frigorífico durante tres días.

Cuando recalientes el arroz blanco, añade una o dos cucharadas de agua y tapa el recipiente. Mete el arroz en el microondas a máxima potencia durante un minuto o hasta que esté caliente.

Puedes darle sabor al arroz blanco añadiendo diferentes condimentos u hierbas después de cocerlo. Prueba a añadir tres o cuatro dientes de ajo picados y una cucharada de aceite de oliva al arroz todavía caliente. Espolvorea perejil recién picado y remueve para que se mezcle.

Conclusión

El arroz blanco es una receta sencilla y versátil que puede servir de base para una gran variedad de platos. Es fácil de preparar con sólo unos pocos ingredientes y un poco de tiempo. Prueba distintas combinaciones de sabores y cambia el tipo de arroz para adaptarlo a tus gustos. Con estas técnicas, podrás preparar un lote perfecto de arroz blanco cada vez.

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